Estrategias, técnicas y procedimientos utilizados para detectar indicios en procesos de acidificación oceánica

Abstract

La acidificación oceánica es una de las consecuencias del cambio climático global, generada por un aumento significativo en las concentraciones de los gases de efecto invernadero (e.g. dióxido de carbono, metano, óxidos de nitrógeno, y clorofluorocarbonados) en la atmósfera (Hougton et al., 1992). Al elevarse las concentraciones de dióxido de carbono (CO2) por actividad antropogénica se generan efectos colaterales tales como la pérdida de estructuras carbonatadas en algas (algas calcáreas, cocolitofóridos) y animales (corales, moluscos), disminución considerable en los niveles de pH, aumento en los niveles de CO2 en los océanos profundos y sobresaturación de los mismos, incremento en la descomposición de materia orgánica y elevación en la producción de óxido nitroso, entre otros (Environment News Service, 2007; EPOCA, 2010). De los efectos mencionados anteriormente, es el pH el que refleja la modificación considerable en la química del océano. Estudios como los realizados por Arévalo-Martínez y Franco-Herrera (2008) y García-Hoyos (2008) en el marco del grupo de investigación de la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano Dinámica y Manejo de Ecosistemas Marino–Costeros (registrado y reconocido en COLCIENCIAS en Categoría B) en el departamento del Magdalena entre los años 2006 y 2008, muestran reportes de valores de pH promedio inferiores a 8,0 e incluso algunos por debajo de 7,9 a pocas profundidades, considerados bajos en comparación al promedio para las aguas marinas de 8,2 (Millero, 2006). Esto sugiere en consecuencia la posibilidad de indicios de acidificación oceánica en el área. Como valor agregado a este descenso en los niveles de pH de las aguas del Caribe colombiano, se adicionan dos factores a tener en cuenta. Primero que esta área es influenciada por eventos de surgencia, los cuales traen consigo altas cantidades de dióxido de carbono y bajas de oxígeno disuelto de las zonas profundas. Estas aguas se encuentran conectadas con las Aguas Superficiales e Intermedias del Atlántico Norte, lo que quiere decir que podrían estar relacionadas con la problemática global de acidificación oceánica. Segundo, que se encuentra sometida a una alta actividad portuaria, la cual es utilizada principalmente por las embarcaciones de carbón, haciendo que exista un alto riesgo de la mezcla de este mineral con el agua y que claramente afectaría la química del océano al disminuir el pH debido a la formación de ácidos de azufre (Daza-Gómez, 2010).