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dc.coverage.spatialhttp://expeditiorepositorio.utadeo.edu.cospa
dc.creatorCorral Cuartas, Álvaro Julián Francisco
dc.date.accessioned2020-08-26T02:10:13Z
dc.date.available2020-08-26T02:10:13Z
dc.date.created2009
dc.identifier.issn0120-548Xspa
dc.identifier.otherhttp://www.scielo.org.co/pdf/abc/v14s1/v14n4a6.pdfspa
dc.identifier.urihttp://hdl.handle.net/20.500.12010/12270
dc.description.abstractLa teoría de la selección natural propuesta por Charles Darwin en su obra El origen de las especies no solo colocó las bases para una explicación coherente de los hechos fundamentales de la biología (el origen común de los seres vivos, la diversidad de individuos y especies y la transmisión de características hereditarias), sino que además introdujo maneras nuevas de hacer filosofía. La teoría de la selección natural hace superflua cualquier posibilidad de apelar a explicaciones de tipo finalista en la ciencia. Desde Aristóteles se conocen cuatro tipos de causa: la material, la formal, la eficiente y la final. Aunque la causa eficiente es el paradigma de explicación por excelencia de las ciencias naturales, la causa final sigue desempeñando un papel explicativo, por cuanto parece estar arraigada en nuestra estructura humana de pensamiento y la tendencia a presentar explicaciones finalistas sigue siendo recalcitrante. Quizá por estar los seres humanos tan familiarizados con la complejidad inherente a los procesos de diseño en las artes y en la técnica y quizá por la circunstancia de que los seres humanos organizamos casi todas nuestras acciones en torno a propósitos, es decir, a la definición de unos fines para los cuales buscamos unos medios, suponemos por vía de analogía que la naturaleza en su complejidad exige la presencia y acción de un diseñador inteligente. Kant en la Crítica de la facultad de juzgar hace una defensa del carácter “irrenunciable al género humano” de este modelo explicativo. Para controvertir esta opinión milenaria, me apoyaré, en investigaciones recientes de Richard Dawkins y de otros biólogos contemporáneos para mostrar con la evolución de ojos en la naturaleza que el surgimiento de órganos de alta complejidad puede ser explicado sin problema con la teoría de la selección natural propuesta por Darwin en 1859.spa
dc.format.extent16 Páginasspa
dc.format.mimetypeapplication/pdfspa
dc.language.isospaspa
dc.publisherActa Biológica Colombianaspa
dc.subjectAristótelesspa
dc.subjectDarwinspa
dc.subjectDawkinsspa
dc.subjectCausa finalspa
dc.subjectEvoluciónspa
dc.subjectFilosofía de la biologíaspa
dc.subjectTeleología vs teleonomíaspa
dc.subjectTeoríaspa
dc.subjectSelección naturalspa
dc.titleDarwin y la imposibilidad de las causas finales en la biologíaspa
dc.type.localCapítulo de librospa
dc.rights.accessrightsinfo:eu-repo/semantics/openAccessspa
dc.type.hasversioninfo:eu-repo/semantics/acceptedVersionspa
dc.rights.localAbierto (Texto Completo)spa
dc.subject.keywordEvolutionspa
dc.subject.keywordFinal causespa
dc.subject.keywordNatural selectionspa
dc.subject.keywordPhilosophy of biologyspa
dc.subject.keywordTeleology vs teleonomyspa
dc.identifier.repourlhttp://expeditiorepositorio.utadeo.edu.cospa
dc.description.abstractenglishDarwin’s theory of natural selection in The Origin of Species not only laid the fundamental elements for a persuasive explanation of biological facts (as the common origin of all living beings, the rich diversity of individuals and species and partially the transmission of hereditary characters), but rather it introduces new forms for doing philosophy. The theory of natural selection leaves no room for final explanations and causes in the natural sciences. Since Aristotle there are four types of causes: material, formal, efficient and final. The efficient cause is since the 17th century the established model of explanation in natural science. However the final cause type of explanation seems to be well rooted in the structure of our human understanding. As creative artists, as craft designers, as lawgivers in societies, human beings are fully conscious that complexity in organization requires previous intelligence. As free rational beings we tend to organize most of our actions as purposive in terms of selecting ends and means. As I will show we suppose wrongly by way of analogy that the explanation of complexity in nature likewise requires the presence and the action of an intelligent being. Kant in his Kritik der Urteilskraft defended that this model of explanation seems to be “unrejectable for human beings”. With an analysis of contemporary research work done by Richard Dawkins and others on the evolution of eyes in nature, I will show that in 1859 Darwin´s theory of natural selection demolished this millenary way of thinking, in which final cause has a place for explanation in natural science.spa
dc.type.driverhttp://purl.org/redcol/resource_type/CAP_LIBspa
dc.type.coarhttp://purl.org/coar/resource_type/c_6501spa


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